El Molí de l’Alzina de Cantonigròs (Osona) es una de las queserías más antiguas de Cataluña. Su propietario es Jordi Anglada.
Esta quesería nació a finales de los años setenta cuando Jordi Anglada decide viajar a Holanda a formarse en una granja de producción de leche y conocer de primera mano la elaboración de queso artesanal. Unos meses más tarde, Anglada decide volver a su tierra de origen y convertir los quesos artesanales en su apuesta de futuro.
Los primeros quesos de El Molí de l’Alzina –que tomaron el nombre de la masía donde tuvo el primer taller– salieron en 1978, inicialmente con una producción pequeña de quesos de vaca. En 1992 decidió construir una nueva quesería, a pocos metros de la misma masía, para mejorar y adaptar la elaboración de los productos y la eficiencia sanitaria. Unas nuevas instalaciones para unos nuevos tiempos en los que el consumo de quesos artesanales cada vez era más extendido.
Actualmente, El Molí de l’Alzina cuenta con una plantilla de cuatro personas que producen de dos a tres mil quesos de vaca, oveja y cabra semanales, además de desnatados y matones. Los productos se distribuyen en las comarcas de las provincias de Barcelona y Gerona, Andorra y los Estados Unidos.